Siguiendo con el tema del emprendedurismo del músico creo que es fundamental hablar de la importancia que tiene para el emprendedor la innovación, en el pasado artículo decíamos los siguiente:
“El músico tendrá que ir creando propuestas para ofrecer al mercado privado, tanto en el sector del ocio cultural como en la educación. Las propuestas que lance el mercado privado deben ser lo suficientemente atractivas para que el mercado esté dispuesto a financiarlas. Dicho de otra manera el músico deberá ofrecer productos y/o servicios por los que la gente de la calle este dispuesta a pagar…”
Pienso que es vital ofrecer propuestas que sean capaces de llegar a diferentes tipos de público y no solo al melómano, En ocasiones asisto a conciertos, recitales e incluso a audiciones de centros musicales de enseñanza que me resultan duros, en los/as que no disfruto, evidentemente yo no pagaría por asistir a los mismos/as. Desde mi punto de vista en demasiadas ocasiones la oferta que planteamos los músicos está creada sin pensar en el público. En demasiadas ocasiones planteamos espectáculos pensados para el músico y que solo el músico es capaz de apreciar (aunque en ocasiones ni eso). Son recitales o audiciones que dejan fuera a algún tipo de público, son recitales o audiciones excluyentes, son recitales o audiciones que han olvidado el sentido con el que nacen que no es otro que el de entretener y emocionar al público.
En este cambio de paradigma una de las claves es innovar, para conseguir atraer al público y que el público page por el trabajo del músico lo que vale.
La multidisciplinaridad es una de las claves para la innovación, os dejo un artículo interesante sobre este tema. La autora de este artículo es Silvia Nogales una joven artista presenta trabajos en el que el centro es la interpretación de la guitarra (algo que realiza con gran maestría) pero que además está apoyado en la combinación de diferentes disciplinas artísticas. Silvia utiliza diferentes canales para conectar con la audiencia y así conseguir compartir con el público la vivencia emocional que desea . A Silvia Nogales no se la puede definir como interprete de guitarra, ya que sería una definición que quedaría corta, Silvia es interprete, investigadora, productora por nombrar alguna de sus múltiples facetas.
La Interdisciplinariedad en los Recitales
Desde sus inicios, la música ha estado ligada a la palabra, como nos sugiere el término griego Mousiké. La música como arte aislada es un fenó
meno relativamente nuevo y puntual en la historia del ser humano, ya que de alguna forma durante mucho tiempo ha ido ligada a la danza y la poesía. A partir del siglo XIX se pone en práctica el concierto clásico como lo conocemos hoy en día. Actualmente se está produciendo una pérdida paulatina de interés hacia la música clásica por el gran público con respecto a épocas anteriores y eso nos hace reflexionar sobre qué modelo o modelos son mejores para transmitir este tipo de música y volver a “enganchar”. Quizás la clave sea echar la mirada hacia atrás, a principios del siglo XX concretamente, cuando Wagner nos planteaba el concepto de obra de arte total, entendido como una obra de arte en la que estaban presentes la música, danza, poesía, pintura, escultura, y la arquitectura. Se suele decir que la historia de alguna forma es cíclica, y que a menudo el pasado siempre vuelve. Como músicos a lo mejor no tenemos que emplear el concepto de obra de arte total tal y como nos lo transmitió Wagner, pero podemos ayudarnos y aprender de él. No es una vuelta a lo anterior en sí misma, si no una adaptación. Hoy en día, vivimos en el siglo de las comunicaciones, de lo instantáneo, lo visual, y por qué no decir de lo interdisciplinar. Aprovechemos las ventajas de vivir en el siglo que nos ha tocado, las ventajas de tener al alcance más información que nunca, más obras de arte, libros, música, que hace 20 años. Con lo anterior no se propone que el concierto clásico como tal muera, pero sí que se presenten alternativas, que exista más diversidad de formatos dentro de la música clásica, que se creen recitales más interdisciplinares, que nos acerquemos algo más al público, y eso no necesariamente quiere decir renunciar a la calidad.
