Aunque para muchos desconocida, la figura de Davis Shuman no puede pasar inadvertida por sus aportaciones a la comunidad trombonística.
Davis Shuman
Nacido en 1912 en Ucrania tuvo que emigrar a Estados Unidos al estallar la Revolución rusa siendo todavía un niño. Afincado en el estado de Massachusetts comenzó a tocar el trombón hasta llegar a matricularse en la Northeastern University de Boston, donde también cursó los estudios superiores de ingeniería civil, los cuales le sirvieron para patentar un trombón con unas particularidades diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver hoy día.
En Boston tuvo como profesor a Jacob Raichman que por aquel entonces también ostentaba el puesto solista de la orquesta de dicha ciudad y el cual influenció en el estilo de tocar de Shuman ya que provenía de dos escuelas muy marcadas como eran la francesa y la rusa. Davis Shuman se caracterizaba por poseer con sonido estrecho debido a la tubería de pequeño diámetro, un vibrato rápido de vara y una articulación algo “ruda”, cualidades que no imperaban por aquel entonces (1940-1950) en un país donde predominaba y prevalecerá la tradición marcada por Remington de los trombones de gran calibre, como serían los Conn 88-H, y por lo tanto la concepción sonora y técnica era diferente.
Tras terminar sus estudios en Boston consiguió una plaza de trombón en la State Symphony Orchestra aunque sus inquietudes y ganas de evolucionar lo llevaron a Nueva York donde estudio con Ernest Clarke en la Julliard School of Music para posteriormente sucederlo como profesor tras su muerte en 1947.
Su estancia en Nueva York será muy prolífera, sin embargo añoraba que en París se estuviese componiendo y tocando gran cantidad de literatura para trombón solista mientras que al otro lado del Atlántico los trombonistas estaban más preocupados por conseguir un trabajo estable en una orquesta, obviando la faceta solista. Por esta razón contactó con diversos compositores con el objetivo de difundir y divulgar un repertorio que hasta entones no tenía mucha presencia en la sociedad norteamericana.
Así pues encargó, editó y estrenó en el país, entre otros, el Concertino d´Hiver op. 327 (1953) de Darius Milhaud,
el cual compuso en uno de sus viajes entre Francia y Estados Unidos, Trombone Concerto de Rimsky Korsakov ( estreno con su edición en 1952, y la Goldman Band) al cual modificó octavas y articulaciones en algunos pasajes respecto a la versión original,
o la sonata para trombón y piano (1941) de Paul Hindemith, obra que interpretó en la celebración que la Julliard brindó por el 50 cumpleaños del compositor, y que incluyó junto a otros arreglos en el primer recital de larga duración que se conoce para trombón solista fechado el 13 de abril de 1947 y que tuvo lugar en el Town Hall y contando con una excelente crítica por parte del New York Times. Tras este éxito muchos compositores optaron por componer para Shuman por lo que la presencia del trombón y el status del propio Shuman aumentaron notablemente.
Como artista de grabación su producción también es amplia, sin embargo sólo fueron dos obras que habían sido encargadas por él las que llegó a registrar. Entre sus otros trabajos destacan el Concertino para trombón y cuarteto de cuerda de Roger Goeb, monográficos de Beethoven que él mismo se encargó de dirigir, las primeras grabaciones de música para metales de Gabrieli y Pezel, la Sonata para trombón y piano de Paul Hindemith y que grabó en dos ocasiones, o el Concertino de Rimsky Korsakov, el cual probablemente ha sido su trabajo más conocido.
Aprovechando el auge del trombón y los estudios de ingeniería realizados, presentó en 1950 y patentó un 16 de febrero de 1954 un trombón angular ergonómico para solventar problemas de espacio y técnicos. La vara siempre ha estado, y actualmente lo está, paralela a la campana, resultando a veces bastante incómodo para el trombonista por la falta de espacio con el que suele contar. Ideó un sistema mediante el cual la vara se doblaba desde la tubería opuesta al orificio donde se sitúa la boquilla hasta el ensamblaje de la campana formando un ángulo con esta, así el trombonista salvaría este problema ya que la mayoría de las veces la ubicación del trombón en las orquestas o bandas carece de espacio suficiente y éste tiene que proyectar su sonido hacia abajo o hacia un lado. Con este trombón, la dificultad de proyección y de espacio estaría salvado ya que la campana podría dirigirse hacia el director o al público, y evitaría golpear al compañero de delante con la vara.
Otra ventaja de que la vara se dirija hacia un lado es que el accionamiento semilateral del brazo es más fácil y natural, mejorando la estabilidad del trombonista debido a que extender de forma horizontal el brazo (hasta la 7ª posición) provoca ciertos desequilibrios en la embocadura y por lo tanto el sonido se ve afectado.
En el codo de la vara, donde se sitúa el desagüe, Shuman pensó también que podía aportar un elemento que mejorara el aspecto higiénico y escénico del trombonista. Así, ideó una especie de cubeta rodeando a la llave del desagüe cuyo interior estaba rellena de algún material absorbente como pudiera ser el algodón. De este modo en el momento de depositar la saliva accionaría el desagüe cayendo ésta en el recipiente, disimulando su expulsión y mejorando las condiciones higiénicas de la sala. El material absorbente podía ser reemplazado fácilmente tras varios usos.
Influenciado Shuman por la tradición de Raichman, la tubería del trombón angular ergonómico será estrecha.
Davis Shuman murió a los 54 años a consecuencia de una larga enfermedad.
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Davis Shuman, un trombonista pionero e ingenioso, un artículo de:
Nacho Valera
Profesor de trombón en el Conservatorio Profesional de Música de Teruel, España.
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